Fiestas, apuntes, aventuras, experiencias desagradables, risas, lloros, más fiestas...
Todos pasamos por diferentes experiencias a lo largo de nuestra vida, y por ello, nos rodeamos de diferentes tipos de gente; en clase, en los bares, en el gym...
Pero,¿ Sabemos diferenciar a un verdadero amigo, de un conocido o de un compañero?
Un compañero, es aquel al que conoces en clase (ya sea en el colegio, el instituto o la universidad) pero que al cabo de ese periodo, desaparece y solo nos queda el recuerdo... "Con fulanito estudié yo..."
"Mira a... estudiamos juntos, pero ya ni se acordará de mi..."
...
"Me dejas los apuntes de...", "Tienes el libro de... es que lo necesito para el trabajo y así no me lo compro...", o "¿Te pones conmigo para hacer el trabajo...?"
Son frases típicas de compañeros, y a la hora de la vedad, a veces ni siquiera pueden considerarse como tal, ya que se rigen por propio interés, porque lo creamos o no; un compañero estará ahi, pero solo mientras le convenga, porque al igual que tú, está contigo labrándose un futuro y queriendo lo mejor para sí mismo sin mirar por ti! y eso debe quedar claro en cualquier momento. O ¿Ha caso te pensabas que cuando tú necesites algo va a estár él ahí si no le conviene? Porque la respuesta es negativa, el compañero estará ahí por obligación, no porque quiera estar, si no, dale la oportunidad de elegir si quedar o irse... y tendrás tu respuesta.
El ejemplo claro lo tenemos cuando llega un compañero de clase (o trabajo) y te dice de ir a tomar algo, quedais y a parte de hablar de temas de clase (o trabajo), se empiezan a mantenerse conversaciones más personales que se supone que crean un vínculo afectivo, pero no es del todo cierto, porque aunque en ese momento esteis compartiendo algo más que apuntes, la relación entre compañeros no suele ser duradera, porque siendo un poco realistas, a una persona que casi no conoces, no la tratas igual que a otra que llevas conociendo de toda la vida ya que a día de hoy, un compañero no se convierte en amigo de la noche a la mañana a no ser que seas tan incrédulo, que por salir un par de noches a tomar algo o de fiesta y compartir apuntes creas que ya es algo más... porque entonces el único cumpable serás tú, cuando te decepciones por algo tan simple como puede ser que no se haya quedado a tu exposición por irse de cañas alegando que tenía clase de algo a lo que sabes muy bien que no ha asistido en todo el año...(No hay más que observar, cuando tomas un poco de confianza con un compañero y le cuentas algo que para tí es importante, en muchos casos, realmente ni te escucha, y el otros aunque pone cara de que le interesa realmente tampoco te escucha. Puedes contarle una y otra vez lo mismo y seguirá sin enterarse, ya que aunque te oye, no te escuchará, eso si, como él quiera contarte algo, ten por seguro que lo hará millones de veces y si no le prestas atención se enfadará, ya que sus historias siempre son más interesantes que las tuyas, y lo mejor de todo; por muy malo que te haya pasado algo y se lo cuentes, a él siempre le habrá pasado algo peor).
En cambio, un amigo, es aquel que siempre está ahí,da igual que sea para lo bueno o para lo malo, SIEMPRE está cuando lo necesitas: que son las 4 de la mañana y vas borracho perdido, él te lleva a casa aunque esté disfrutando de la fiesta, o cuando estás agobiado por todos los examenes y trabajos, que crees que no te va a dar tiempo a preparar, está ahí aunque implique dedicarle menos tiempo a sus actividades de ocio incluso cuando le llamas llorando porque tu novi@ te ha dejado y no sabes a quién acudir, inmediatamente deja lo que esté haciendo y corre en tu ayuda, porque aunque no sepa que decir, un gesto, a veces, vale más que mil palabras.
Puedes haberle contado una historia mil veces, o haber discutido por ver quien lleva la razón, incluso discutir por el sitio al que ir a tomar algo, pero al fin y al cabo, nadie es perfecto, por eso, un amigo de verdad te aprecia con tus defectos y tus virtudes y en la mayoría de los casos, simplemente con mirarte ya sabe si te ocurre algo bueno o malo y a diferencia de lo que mucha gente cree, no hace falta verlo todos los días o llamarlo, porque si realmente es tu amigo, no importa la distancia, SIEMPRE estará contigo porque como bien sabes, los amigos de verdad, se cuentan con los dedos de una mano.
Describir a un conocido, es más sencillo, llega en otra de las épocas de tu vida, y puedes compartir vínculos afectivos, pero realmente y al igual que los compañeros, son pasajeros. Por lo general, empiezas a conocerlo porque compartís mismos gustos, o porque en ese momento está ahí para escuchar lo que no te atreves a contar a un amigo (porque sabes que su opinión sería la correcta y por miedo a la respuesta),y te escudas en alguien que no conoces. Sales de fiesta con él, lo intentas integrar en tu grupo de amigos aún sabiendo que no encaja ( y que a tus amigos no les cae bien),incluso cometes el gran error de dejar a tus amigos de lado por esta persona y que, a la hora de la verdad, no podrás contar con él si tienes un problema, porque te pondrá la escusa más tonta del mundo, y entre escusa y escusa se irá, quedando solo el recuerdo y las fotos que os hicisteis de fiesta en fiesta que para tí no significarán más que otra carpeta en el el disco duro.
Y volverás a esos amigos que dejaste de lado, pero a diferencia de los compañeros o conocidos, Tú amigo te volverá a recibir con la mayor de las sonrisas por tenerte de nuevo a su lado, notarás como si el tiempo no hubiera pasado y a medida que éste pase, recordareis todas las idas y venidas, los conocidos que dejasteis en el camino, los malos momentos o las discusiones tontas por querer comprar ron o whisky, y en la memoria solo permanecerán los buenos ratos vividos y los años que pasarón y pasarás con ellos.
Por eso, cuidado con los falsos amigos, porque para salir de fiesta todos lo somos, mira por tí antes que por tus compañeros, y nunca te olvides de los verdaderos amigos ya que, al fin y al cabo, ellos SIEMPRE estarán contigo sin importar la distancia o las locuras o errores que cometas.
