Tengo ganas de salir corriendo... ¿a donde? aún no lo se... huir, escapar a un sitio lejano... correr por un camino hasta encontrar su final, alejada de todo y de toda la gente que me rodea, donde no haya nadie...solo yo, y la soledad, esa soledad que a veces anhelo, mi compañera de pensamientos y sentimientos, sabedora de secretos ocultos que solo están en mi memoria y que no me atrevo a contar... pensamientos y sentimientos que en muchas ocasiones me comen por dentro, que quiero expresar, pero es mi orgullo el que me hace dudar, el que no me deja sincerarme o intentar algo por miedo a fracasar...
Huir, no es la mejor solución, pero en muchos casos ayuda a olvidar... No se lo que necesito, y no se si realmente quiro huir, solo quiero que alguien me guíe en este camino, que me aporte alguna solución, una pequeña ayuda, para poder abrir mi corazón, frío como el hielo y lleno de inseguridades y miedos. Quizá mi guía lo tenga delante y no quiera verlo, o quizá no aparezca nunca... Pero...¿por qué no lo busco?¿Por qué no abro los ojos y miro a mi alrededor?
Esta sensación es extraña... Tengo dudas de todo y a la vez no dudo de nada... Creo saber lo que quiero, pero luego no me conformo con nada, y este lio mental hace que mi día a día sea un océano de pensamientos incomprendidos, de dudas absurdas que hacen un mundo de un grano de arena, forjando una coraza en mi frío corazón, separándome de la calidez humana y convirtiendome en una persona indiferente, distante... que no sabe valorar la gente que se preocupa a mi alrededor, alejándome cada vez más de todo, sin ninguna razón...
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