Etiquetas...

Por lo general, todos los seres humanos, tendemos a poner etiquetas a otros que todavía no conocemos, ya sea por su físico o su forma de vestir, quizá por la gente con la que se junta o simplemente por aburrimiento, pero todos lo hemos echo alguna vez.

"¿Has visto que pintas lleva ese...?", "si, tiene pinta de ser un friki..." o "ese que va por ahí, tiene cara de empollón..." y la que suelen utilizar mucho las chicas; "Tía, ¿has visto a la novia de...?Menuda pinta de guarra que tiene, estos dos no duran ni un mes...".

Millones de ejemplos como estos se dan en nuestro día a día, ya sea porque somos nosotros los primeros en seguirlos, o por algún amigo al que le encanta meterse en la vida de los demás, pero, ¿Por qué nos gusta tanto juzgar a la gente sin conocerla?

Cuando somos nosotros los que juzgamos, no lo vemos mal, al contrario, nos divierte imaginar como será esa persona a la que estamos etiquetando, en cambio, cuando nos lo hacen a nosotros, nos sentimos ofendidos en muchas de las ocasiones, y llega el día en el que cuando por fin, conocemos a esa persona (a la cual le hemos dicho de todo sin que ella se enterara) nuestra forma de verla cambia, (o no, pero por lo general casi siempre fallas) y ves, que realmente el aspecto físico, su ropa o la gente que le rodea, no tiene nada que ver con los roles que le habíamos asignado, y nos hace cambiar las etiquetas por unas nuevas, que iremos rellenando conforme la vayamos conociendo en profundidad.

"Y pensar que te creía por una persona dferente..." "¿Sabes que aparentas ser todo lo contrario...?"

Lo peor de esto, es que por más que nos siga pasando, y sigamos fallando, nunca escarmentaremos, y seguiremos poniéndolas inconscientemente.

Y digo yo... ¿Qué más nos dará a nosotros como sea esa persona?¿Por qué no, en vez de hablar de ella a sus espaldas, intentamos conocerla y que sea ella misma la que se ponga sus propias etiquetas? Porque como dice el refrán: "No hagas a los demás, lo que no quieres que te hagan a ti..."